El ámbito, sobre el que he querido reflexionar, ha sido, la histórica, "desigualdad de género en el ámbito/mercado laboral".
En primer lugar, os dejo el enlace de la noticia que he elegido:
https://www.rtve.es/noticias/20210508/acoso-sexual-riders-machismo-clientes-falta-proteccion-laboral/2088289.shtml
Cuando uno lee esta noticia, no puede pasar por alto, la que es, en mi opinión, la principal desigualdad que aqui se describe, que es, ese trato denigrante hacia la riders (la mujer repartidora de comida), por el simple hecho, de ser mujer. Lo más llamativo, de este artículo, es la conducta machista, que tienen algunos clientes, con las mujeres trabajadoras, cuando le llevan la comida a su domicilio.
La desigualdad, llega hasta tal extremo, que prefieren, no reclamar, no quejarse, ni buscar soluciones a este acoso, por el miedo a ser despedidas o que sean sancionadas con repartir menos pedidos.
Las trabajadoras manifiestan que las empresas para las que hacen los repartos de comida (Globo, Deliveroo o Uber Eats) les obligan a poner la foto y el nombre en su Aplicación, asi el cliente, sabe con antelación el sexo del repartidor/ra. La verdad, es que, esta política de empresa, no ayuda mucho a solucionar el problema, sino más bien lo incrementa.
En lo relativo, al origen de las desigualdades de género, en el caso que nos ocupa, yo creo que el origen de estas situaciones es la educación. La educación, es la base de todo comportamiento. La buena o mala educación que recibimos en el ámbito familiar, en el colegio o institutos, etc., marcara nuestro comportamiento, el resto de nuestra vida.
Por lo que se refiere, a la estrategia que se podría seguir, para acabar con las desigualdades de género, en mi opinión, el problema radica, en que los rider, están laboralmente desprotegidos. Su situación laboral actual, es la de autónomos o falsos autónomos, como recientemente, ha establecido el Tribunal Supremo. El alto tribunal, dice que deben ser asalariados y No autónomos como les reconocían sus empresas.
Como consecuencia de esta sentencia, la situación va a cambiar, Fuentes del Ministerio de Trabajo, recuerdan que la Ley que les regule, conocida como la Ley Riders, estara lista en las próximas semanas. En palabras de la Ministra de Trabajo Yolanda Díaz; “Una persona que va en bicicleta no es un emprendedor, es un simple trabajador”.
Una "rider" ante un portal en Barcelona. Foto: Alfonso L. Congostrina. https://elpais.com/espana/catalunya/2021-04-25/el-auge-de-los-abusos-machistas-acecha-a-las-riders.html
En el momento, a partir del cual, los/las riders sean considerados como trabajadores, podrán denunciar, estos acosos sexuales, y podran hacerlo, ya sea a traves de los planes de igualdad, que son obligatorios, para todas las empresas de más de 50 trabajadores y que recogen, como se han de luchar contra estas situaciones, o podrán hacerlo, a traves, de las ayudas que ofrecen los sindicatos de trabajadores (CCOO, UGT, etc).
A modo de resumen y como se dice en uno de los vídeos del Módulo 1, "las mujeres y hombres, podemos ser diferentes, pero no desiguales en derechos". Todavía queda mucho por hacer para acabar con estas desigualdades.
Hola.
ResponderEliminarGracias por tu reflexión sobre este aspecto tan actual de la desigualdad.
Antes una pequeña nota: si te refieres a "las riders" más tarde no puedes utilizar el plural masculino como genérico (para referirte a mujeres y hombres), sería un salto semántico. Pero se entiende, yo lo destaco porque me dedico a Comunicación y estoy muy habituada a esto.
Con respecto a la discriminación por el hecho de ser mujer: lamentablemente es algo tan común que la que muestran los datos en este sector no se aleja de "lo normal", aunque me parece muy interesante que se destaque. Igualmente me parece terrible que
una repartidora pueda encontrarse con sorpresas muy desagradables simplemente porque una estrategia de fidelización cliente/empresa le permite a quien va a recibir el pedido saber de antemano si es una mujer y "prepararse" para ejercer la discriminación premeditadamente, ¡como si no fuese suficiente la que sufre de forma "accidental" cualquier mujer a lo largo de nuestra vida! Es, indudablemente, un riesgo laboral que suma en el haber de las carencias de un trabajo tan precario como el del reparto.